La increíble historia de
Emerson
Sentenciado a prisión
por falsificar sus documentos e investigado por lavado de dinero, el delantero
de Corinthians, que jugó ilegalmente para la selección de Qatar, fue la gran
figura en la final, con un doblete ante Boca.
SAN
PABLO.- Es el año 1996 y Carmem Lúcia Passos tiene miedo. Sabe que su hijo
juega bien al fútbol, pero en Brasil muchos tienen condiciones y nadie les
garantiza que podrán llegar a Primera. El niño ya no es un niño, acaba de
cumplir 18 años y Carmem siente que son pocos los clubes que se animan a fichar
a alguien de esa edad. Todo eso piensa hasta que se le ocurre una idea. Pocos
meses después, con declaraciones falsas en la justicia, consigue que Márcio
Passos de Albuquerque, su hijo, no exista más. O mejor, que ese nombre no
exista más. Ahora su hijo se llama Márcio Emerson Passos y, aunque siga
teniendo 18 años, en la nueva partida de nacimiento figura que tiene 15 y un
renovado futuro por delante. Dos años después, tras jugar en inferiores y
destacarse, el niño debuta en San Pablo y es convocado para la selección Sub
20. Hoy, tras haber pasado por clubes de Japón, Qatar, Francia, Dubai y la
selección qatarí, el niño está otra vez en Brasil, tiene 33 años, se hace llamar
Emerson y juega en Corinthians.
En Brasil
todos conocen la historia de Emerson y su falsa partida de nacimiento. En 2006,
cuando volvía a Qatar para jugar en Al-Sadd, la policía lo detuvo en el
aeropuerto y, tras el juicio, lo condenaron a prisión (pagó 105.000 Reales de
fianza para no ir a la cárcel) porque, según la justicia, sabía que los
documentos eran falsos y los siguió usando. Por su parte, la madre se benefició
por la prescripción del delito original. Igualmente, en San Pablo ya nadie
habla de esa causa. Ahora, el nombre de Emerson está en todos los titulares de
diarios porque en una semana será juzgado por importación ilegal de autos
provenientes de Estados Unidos y lavado de dinero.
SAN
PABLO.- Es el año 1996 y Carmem Lúcia Passos tiene miedo. Sabe que su hijo
juega bien al fútbol, pero en Brasil muchos tienen condiciones y nadie les
garantiza que podrán llegar a Primera. El niño ya no es un niño, acaba de
cumplir 18 años y Carmem siente que son pocos los clubes que se animan a fichar
a alguien de esa edad. Todo eso piensa hasta que se le ocurre una idea. Pocos
meses después, con declaraciones falsas en la justicia, consigue que Márcio
Passos de Albuquerque, su hijo, no exista más. O mejor, que ese nombre no
exista más. Ahora su hijo se llama Márcio Emerson Passos y, aunque siga
teniendo 18 años, en la nueva partida de nacimiento figura que tiene 15 y un
renovado futuro por delante. Dos años después, tras jugar en inferiores y
destacarse, el niño debuta en San Pablo y es convocado para la selección Sub
20. Hoy, tras haber pasado por clubes de Japón, Qatar, Francia, Dubai y la
selección qatarí, el niño está otra vez en Brasil, tiene 33 años, se hace
llamar Emerson y juega en Corinthians.
En Brasil
todos conocen la historia de Emerson y su falsa partida de nacimiento. En 2006,
cuando volvía a Qatar para jugar en Al-Sadd, la policía lo detuvo en el
aeropuerto y, tras el juicio, lo condenaron a prisión (pagó 105.000 Reales de
fianza para no ir a la cárcel) porque, según la justicia, sabía que los documentos
eran falsos y los siguió usando. Por su parte, la madre se benefició por la
prescripción del delito original. Igualmente, en San Pablo ya nadie habla de
esa causa. Ahora, el nombre de Emerson está en todos los titulares de diarios
porque en una semana será juzgado por importación ilegal de autos provenientes
de Estados Unidos y lavado de dinero.
La carrera futbolística de Emerson es interminable. Jugó en
San Pablo (1998-1999), en la segunda división de Japón para Consadole Sapporo
(2000) y Kawasaki Frontale (2001), en la primera división del país oriental
para Urawa Red Diamonds (2001-2005), donde se convirtió en ídolo. Luego, tuvo
dos pasos por Al-Sadd, de Qatar, (2005-2007 y 2008), jugó en Stade Rennais, de
Francia (2007-2008), y volvió a Brasil para jugar en Flamengo (2009). Tras seis
meses en el equipo de Río de Janeiro, lo tentaron para jugar en el Al Ain, de
Dubai, donde estuvo un año (2009-2010). Más tarde, volvió a Brasil para jugar
en Fluminense (2010-2011) y a mediados del año pasado llegó a Corinthians.
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